Los medicamentos ototóxicos presentan en su composición elementos perjudiciales para el oído, por lo que su ingesta puede provocar problemas posteriores de audición. Más concretamente, sus efectos pueden ser dañinos para las estructuras vestibular y coclear.

Estos daños de los medicamentos ototóxicos en el oído pueden ser permanentes o reversibles. Por tanto, si una persona sufre tinnitus o sordera, pero necesita ingerir medicamentos ototóxicos, los especialistas que le traten deberán prestar especial atención al número y cantidad ingerida en cada toma, así como al intervalo de tiempo en el que esta medicina se hace indispensable. Aunque, eso sí, resulta recomendable buscar tratamientos alternativos para que, en la medida de lo posible, no se lleve a cabo ningún tratamiento con ototóxicos.

 

Grupos de medicamentos ototóxicos que son perjudiciales para el oído

 

Hay diferentes grupos de medicamentos ototóxicos que presentan efectos perjudiciales para el oído. Los grupos fundamentales son los siguientes:

  • Salicilatos: en dosis bajas no suelen producir acúfenos, pero sí en elevadas. Se utilizan para el tratamiento de enfermedades reumáticas.
  • Antibióticos aminoglucósidos: pueden causar daño tanto coclear como vestibular, variando el tipo de lesión según el antibiótico utilizado.
  • Antineoplásicos: la ingesta de estos medicamentos produce tinnitus (reversible en dosis bajas ) y, en mayor grado, sordera de forma progresiva a consecuencia de la edad o una otitis previa.
  • Diuréticos potentes: solo en casos de dosis elevadas.
  • Quinina y cloroquina: pueden ser lesivas para el oído en dosis altas y tratamientos prolongados.

 

Síntomas y tratamiento que se debe llevar a cabo con los medicamentos ototóxicos

 

Hay otros medicamentos ototóxicos que pueden producir hipoacusia neurosensorial, vértigo o inestabilidad en la audición. Los síntomas de estos trastornos suelen aparecer de forma brusca o progresiva, incluso después de haber terminado con el tratamiento, por lo que hay que tratar cada caso de forma especial y personal con el otorrino.

La lista de medicamentos ototóxicos es bastante amplia. Actualmente, se cree que existen más de 200 en el mercado y tratan infecciones graves, cáncer y enfermedades del corazón. En muchas ocasiones, la exposición a ruidos fuertes mientras se toman estos medicamentos puede intensificar los efectos nocivos de los mismos.

Durante el tratamiento, el paciente deberá hacerse diferentes pruebas de audición de forma periódica. Esto le permitirá dar a conocer todos los problemas de equilibrio, vértigo, audición… que vaya experimentando.

Lo cierto es que siempre que se vaya a llevar a cabo un tratamiento con medicamentos ototóxicos hay que consultar con profesionales. El audiólogo debe registrar un historial de referencia del equilibrio y audición del paciente. Este historial incluye, entre otras, una prueba de audición que muestra su habilidad para escuchar sonidos muy agudos y la capacidad para identificar palabras.

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