Consejos prácticos para un correcto cuidado de tus audífonos
Los audífonos son dispositivos electrónicos que amplifican los sonidos del entorno para que todo aquel que los utilice pueda comunicarse con total normalidad. Por tanto, se trata de aparatos que deben permanecer siempre en el mejor de los estados para que su funcionamiento sea óptimo. A veces, las instrucciones de cuidado no aparecen lo suficientemente detalladas y los usuarios no tienen claro cuáles son las acciones que deben llevar a cabo para un correcto mantenimiento de sus audífonos. En este artículo, te mostramos una serie de útiles consejos.
Fuera humedad
Tanto la condensación como la humedad pueden dañar los circuitos internos de los audífonos. Este es el principal motivo que explica por qué la persona que los utilice debe retirárselos cuando vaya a la piscina, se meta a la ducha o camine bajo la lluvia sin paraguas.
Cuando estos dispositivos no estén colocados en los oídos, deben guardarse en lugares frescos y secos. Por tanto, deben permanecer lejos del baño o la cocina. Además, si se llegasen a mojar, nunca debe utilizarse un secador, sino deshumidificadores específicos. También, es recomendable mantener las orejas libres de sudor.
Si los audífonos se manchan de cerumen, sólo debe quitarse de los mismos con el producto especial de limpieza que el especialista haya recomendado al paciente. Ante la duda, nunca debe utilizarse ni alcohol ni detergentes.
Cuidados generales
– Guardar los audífonos en su caja y apagarlos cuando no se usen o se vaya a acudir a una prueba radiológica.
– Manipularlos siempre sobre una superficie blanda. Así, si se caen, no se dañarán.
– Queda terminantemente prohibido tratar de abrirlos, manipular su interior o introducir palillos o agujas.
– No someterlos a temperaturas extremas y evitar llevarlos puestos a la hora de maquillarse, perfumarse o aplicarse laca.
– Si el paciente sufre una excesiva sudoración debe acudir inmediatamente a su centro médico y hablar con su audioprotesista. Además, debe respetar los tiempos de revisión marcados por el especialista y acudir a consulta siempre que note fallos en el funcionamiento de sus audífonos.
– Los oídos deben permanecer limpios. Ni el cerumen ni el sudor son malos para el cuerpo humano, pero sí pueden generar problemas en los audífonos. Por supuesto, la limpieza de los oídos se llevará a cabo con los audífonos quitados.
– Por su pequeño tamaño, tanto los niños como las mascotas los pueden confundir con chucherías y llevárselos a la boca. Por tanto, deben guardarse lejos de su alcance. Si llegasen a introducirlos en sus cavidades bucales, bajo ningún concepto deben volver a ponerse en los oídos.
Todos los mencionados consejos se resumen en escuchar atentamente las recomendaciones del audioprotesista, fiarse de ellas, acudir al especialista en caso de duda y evitar manipularlos.
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