En ocasiones, se produce una acumulación de líquido o secreciones en el oído medio, que hay que extraer mediante cirugía. El procedimiento quirúrgico para ello lleva el nombre de drenaje timpánico y consiste en una incisión en el tímpano en la que se introducen unos tubos para que se produzca el drenaje.

El drenaje timpánico ha de realizarse bajo anestesia general. La incisión es limpia y sin suturas. Asimismo, en unos pocos meses, se cierra, lo que provoca que el tubo insertado se desprenda de forma espontánea e indolora. El drenaje timpánico mitiga el dolor, permite recuperar la audición y disminuye considerablemente la infección. En algunas ocasiones, es necesario recurrir a una nueva intervención, pero suelen ser las menos.

 

Cuándo hay que llevar a cabo en un paciente un drenaje timpánico

 

Para que una persona necesite un drenaje timpánico, debe presentar una o varias de estas situaciones:

• Ha tenido 3 o más otitis infeccionas en un mismo año.

• Padece un dolor persistente en el oído que no se alivia con medicación.

• Falta de audición constante por secreciones acumuladas en el oído medio.

• Presencia de acúfenos, mareos o vértigos que se repiten continuamente.

La intervención de un drenaje timpánico es sencilla y el paciente no necesita ni tan siquiera ingresar en el hospital. Después de la operación, deberá colocarse tapones en los oídos y tendrá prohibido el baño en el mar o en piscinas. Además, durante algunos días será necesario el uso de gorro durante la ducha para que el agua no se introduzca en el oído.

 

¿Es el drenaje timpánico una solución definitiva al problema de audición?

 

Los drenajes timpánicos son muy pequeños y tienen forma de diábolo. Durante el tiempo que el tubo se encuentra en el interior del oído, el especialista puede estudiar el caso del paciente y tratar las causas por las que este sufre el exceso y la formación de mucosidades. Esto es necesario porque el drenaje timpánico no asegura que la mucosidad no pueda volver a reaparecer.

A decir verdad, es una operación que, especialmente si se trata de niños, tiene sus defensores y sus detractores. Lo cierto es que no es un remedio ideal, ya que todo dependerá del problema que presente cada paciente. Sin embargo, sí puede ser una solución efectiva y temporal para restaurar la audición mientras se estudia cómo solventar la causa principal.

En definitiva, los drenajes timpánicos son pequeños tubos de plástico que se colocan en la membrana del tímpano a modo de pequeño agujero, con los que se ventila la caja timpánica y se evita la aparición de otitis. Con la incisión en el tímpano, se aspira el líquido acumulado en el oído medio  y se inserta el tubo de drenaje en la incisión para que continúe el proceso de drenado.